Presentación

La localidad de Griegos se sitúa sobre un relieve calizo que ocupa el extremo oriental de una amplia vallonada o navazo situado entre la Muela de San Juan y las parameras calizas del borde meridional del macizo del Tremedal. Esta gran nava se ubica en las arcillas y margas jurásicas, con fondo plano y con grandes dificultades de drenaje, que obliga a hacer zanjas de drenaje para su cultivo. Mientras su extremo oriental pertenece a la cuenca del Tajo, la parte oriental forma parte de la cabecera del río Griegos, afluente del Guadalaviar.

Al norte del Navazo lo más destacado es la presencia de grandes dolinas en embudo y en artesa, modeladas en las calizas jurásicas, cuyo fondo es cultivado a causa de sus fértiles suelos arcillosos. Al sur, la Muela de San Juan, con sus escarpes de casi 200 m de calizas y dolomías cretácicas, forma un muralla continua por la que los pinares intentan escalar. La zona alta de este relieve es prácticamente plana, a altitudes de entre 1.750 y 1.836 m, que corresponden a una superficie de aplanamiento desarrollada durante el Terciario nivelando el Cretácico superior, plegado en estructura sinclinal de gran amplitud. Al quedar individualizada esta estructura por la erosión respecto a los valles que la cercan (ríos Griegos y Guadalaviar), constituye desde el punto de vista geomorfológico un «sinclinal colgado». Sobre esta plataforma calcárea abundan las dolinas en forma de embudo.

Lugares de Interés

En su término podemos localizar grandes extensiones de pino albar o silvestre (Pinus sylvestris) en muy buen estado, así como vegetación rastrera de enebros y sabinas que colonizan las duras y extensas parameras, en las que también aparecen, pero de forma dispersa, ejemplares de pino albar.

En la partida de El Cuarto se localizó una necrópolis céltica; entre los ajuares recuperados destaca un escudo de bronce de forma circular con umbo [¿?], hoy en el Museo Arqueológico Nacional. De comienzos de la celtiberización es el yacimiento de Montón de Tierra, interesante enclave objeto de recientes excavaciones arqueológicas. También de época ibérica, aunque con prolongaciones en época romana, es el hábitat de El Castillejo.

Con un urbanismo en parte afectado por los proyectos de Regiones Devastadas, después de la guerra civil, Griegos conserva todavía dos edificios monumentales de interés. La iglesia de San Pedro debió de construirse en el siglo XVI, reformándose en el siglo siguiente. El templo que se conserva es de una nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, y se mantiene en un tramo del crucero con bóveda vaída y en el otro con una bóveda de crucería, posiblemente del XVI. A los pies aparece una capilla cubierta con cúpula vaída con casetones. La torre a los pies es cuadrada y de dos cuerpos.

Aunque la ermita de San Roque se comenzó a construir en 1624, ha sido posteriormente objeto de numerosas reformas. La nave cubierta con cielo raso que hoy se aprecia es fruto de la reforma acometida después de la guerra civil.

La patrona de la localidad es Santa María Magdalena, celebrada el fin de semana más cercano al 22 de julio, siempre que no coincida con las fiestas de Guadalaviar. La base lúdica de la fiesta gira en torno al toro: encierro, novillada y comida de carne de toro guisada. El domingo a mediodía se van a buscar con caballos los novillos que pastan en la dehesa y se traen hasta la plaza de toros, construida aprovechando la ladera de un monte. Los vecinos se lanzan al ruedo y dan pases, hacen recortes y juegan con el animal el máximo tiempo posible. En la novillada, la faena de un toro la realiza un mozo del pueblo, pervivencia antigua del tiempo en que el toreo no estaba profesionalizado. Al día siguiente la carne de uno de los novillos se reparte y la del otro se guisa para ser consumida en una comida de hermandad que favorece las relaciones sociales.

La procesión de La Malena llega hasta un pinar cercano donde se hallan dos pinos centenarios, antigua localización de una ermita ya desaparecida, y allí se canta una salve.

La fiesta de los mayos la noche del 30 de abril se está recuperando, aunque como espectáculo folclórico y reclamo turístico. Se empareja al mozo o mayo con una moza o maya mediante un sorteo, luego se inicia la ronda por las calles en la que los mozos, acompañados por una rondalla, cantan en la puerta de cada maya unas estrofas que tienen como tema la belleza de la mujer desde una perspectiva amorosa.

La enramada de la víspera de San Juan también está relacionada con la fiesta de los mayos, pero en Griegos los mozos no van a cortar un árbol para plantarlo en la plaza, sino que se enrama la fuente del pueblo: es el “chopo de la fuente” que viene a representar el mayo o “pimpollo”, de mítico y simbólico significado.

Por otra parte, es costumbre ir a buscar lejos del pueblo ramas de boj para el Domingo de Ramos, aunque se desconoce el porqué de la elección de esta especie vegetal difícil de encontrar.

El 29 de junio es el día del patrón, San Pedro, que se celebra con procesión y comida.