Barrancohondo

TORRES DE ALBARRACÍN-TRAMACASTILLA-VILLAR DEL COBO

Una carretera sinuosa que nos lleva a disfrutar de abruptos paisajes y preciosos cañones. Barrancohondo y sus vistas con el río encañonado, la preciosa Tramacastilla, Villar del Cobo y Torres nos esperan en esta ruta ideal para los amantes del slow driving, disfrutando en cada rincón de esta ruta tan especial.

button iconDescarga el PDF de la ruta

Municipios a visitar en la ruta 8

 

Mapa de la ruta Barrancos y Valles Mágicos

Fotos de la ruta 8

Descripción de la ruta. Barrancos y Valles Mágicos

Río Guadalaviar

A partir de aquí la carretera no puede seguir pareja al río, porque este se encaja de una manera soberbia en el denominado Barrancohondo, lo seguirá, pero a media ladera, intuyéndolo entre las curvas y los diferentes miradores donde podremos observar la conformación del barranco.

Merece la pena hacer el recorrido despacio, por un lado porque la carretera es muy sinuosa y por otro para aprovechar los distintos puntos donde observar la majestuosidad del cañon.

Es muy interesante observar también la vegetación durante el recorrido, en el primer tramo saliendo de Tramacastilla y según vamos subiendo los encinares dan paso a un bosque mixto de pino silvestre y sabina. Poco a poco los pinos van desapareciendo quedando solo las sabinas albares con enebros y sabinas rastreras. la sorpresa se nos da cuando en las zonas de umbría con mas humedad, aparecen quejigares muy bien conservados, que nos deleitarán con el dorado en otoño y el verde brillante en verano.

Poco a poco carretera y cauce vuelven a confluir, llegando a Villar del Cobo discurren de nuevo paralelas. Merece la pena, después de tantos km de abruptos paisajes estirar la piernas y disfrutar de la arquitectura de este municipio serrano, no hay que perderse la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, construida a finales del siglo XVI.

Senderos, camina para descubrir el entorno de la ruta

Senderos
PR-TE 1: Torres de Albarracín-Villar del Cobo
Sendero PR-TE 3: Tramo Tramacastilla-Masegoso
PR-TE 4: Tramo Torres De Albarracín
SL-TE 42: Molino Barranco Hondo
SL-TE 47: Las Dolinas
IE-012 Sierra de Albarracín: Tramacastilla
SL-TE 49: Barranco De Las Cuevas (Travesía 5,5 km)
Camino Natural del Tajo
Camino del Cid
IE-034 Sierra De Albarracín Y Montes Universales

Selecciona en el menú el nombre de cada sendero para ver su información

Entorno natural de la ruta

Geomorfología y Paisaje

El paisaje de toda la ruta está asociado al río Guadalaviar, que nace en las laderas meridionales de la Muela de San Juan. Orienta su recorrido en dirección Oeste-Este, caracterizándose su valle por la alternancia de tramos en los que el río discurre encajado en profundos cañones calcáreos, resultado de procesos fluvio-karsticos de modelado, con otros tramos en los que la erosión lineal del río llega hasta los niveles de yesos y margas propiciando un ensanchamiento lateral que amplía la llanura de inundación, generando fértiles valles ocupados por cultivos y choperas de plantación. Por tanto dos unidades encontraremos asociadas al río:

Cañón Barrancohondo

El más impresionante por tamaño y profundidad del encajonamiento es el formado por el río Guadalaviar entre el Villar y Tramacastilla; denominado Barrancohondo, se puede acceder a una de las zonas más estrechas del mismo denominada “Salto de Pero Gil”, haciendo el SL-T-42. Recorriendo la carretera que va hacia el Villar, tendremos ocasión de observar todo el barranco, merece la pena parar en distintos puntos y asomarnos a su majestuosidad.

Vistas de Barrancohondo desde la carretera

Salto de Pero Gil

Espectacular encajamiento en el Salto de Pero Gil

Cañon del paraje de las Cuevas

Pequeño cañon karstico formado por el río Noguera, salpicado en su tramo final por varias cuevas algunas de cierta entidad. A pesar de su pequeña extensión se trata de un cañon muy interesante, se puede observar una surgencia de agua que aporta un precioso caudal para las huertas de los habitantes de Tramacastilla. Precioso para visitar en otoño.

Barranco de las Cuevas

Barranco de las Cuevas

Llanuras aluviales:

Cuando los materiales lo permiten, el río Guadalaviar se abre formando fértiles vegas que han sido aprovechadas por los lugareños para plantar diferentes especies hortícolas; destacan los manzanos, preciosos en abril cuando florecen. También está muy extendido el cultivo de la patata y de algunas leguminosas.

Vega de Tramacastilla

Vega de Tramacastilla

 

vega de Tramacastilla

Otra perspectiva de la vega

Muelas calizas:

Delimitadas por los cañones de los ríos, se alzan una serie de parameras o “muelas”; se trata de superficies de erosión karstificadas, procedentes de las calizas y calizas arenosas del Cretácico superior y Jurásico. Son zonas llanas continuas a mas de 1.500 m de altitud, delimitadas por los ríos, destacan la Pinada en Noguera que se continua con la del Villar. En ella se desarrollan pinares y sabinares, con sotobosque de sabina rastrera y enebro.

Vista de la muela de la Pinada desde Sierra Alta, al fondo la Muela de Griegos nevada

Vista de la muela de la Pinada desde Sierra Alta, al fondo la Muela de Griegos nevada

Vegetación

Cuatro grandes formaciones vegetales componen el paisaje vegetal de la ruta:

Bosques de quejigo (Quercus faginea): bosques caducifolios, presentan hojas pequeña endurecidas, que indica su adaptación a climas con periodos de carencia de agua. Tienen un sotobosque muy abundante, con espinos albares, endrinos, rosales, etc. Su óptimo de crecimiento está entre los 1.200 y 1.500 m de altitud. En zonas de umbría y con suelos profundos se mezcla con la encina , la sabina y el pino negral. Se trata por tanto de una especie de transición entre un clima mediterráneo seco y el clima atlántico mas bondadoso. Es habitual ver ejemplares trasmochados, podados para alimentar al ganado, que luego rebrotan formando curiosos ejemplares.

Bosque de quejigos

Sabinares albares (Juniperus thurífera): Se trata sin duda de una de las zonas de la Sierra con mejor representación de este bosque relicto. Tiene un interés científico y biogeográfico de primer orden, porque estamos ante auténticas reliquias de épocas pretéritas en las que dominaba un clima mucho más frío que el actual. Es el árbol más austero de nuestra flora, capaz de colonizar suelos esqueléticos en un ambiente de acusada continentalidad con fríos extremos y bajo soles abrasadores.
Los sabinares son bosques modestos, con alturas pocas veces superiores a los seis metros. la razón principal estriba en el lento crecimiento consecuencia de las condiciones ambientales antes descritas. Sólo en las tradicionales dehesas de vocación pastroil se han respetado árboles más viejos, donde se yerguen ejemplares centenarios alcanzando dimensiones notables. También la dureza del clima confiere a los sabinares una fisionomía de bosque abierto o bosque estépico, con un típico aspecto de dehesa. El estrato herbáceo subyacente es muy rico y ha sido usado durante generaciones por los ganaderos.

Bosque de quejigos

Bosque de quejigos

Sabinar en Barrancohondo

Encinares o carrrascales (Quercus ilex): la encina es un árbol esclerófilo, es decir, de hojas planas, perennes y duras. Esta característica y su potente sistema radicular le permiten tener un eficaz control hídrico, tan necesario para crecer en un clima tan riguroso como el que se desarrolla. Su fruto la bellota es el principal alimento de las numerosas especies de animales que pueblan el carrascal, que en zonas bien conservadas se convierte en uno de los ecosistemas más complejos y maduros, con una alta biodiversidad. Tanto es así que la Unión Europea incluye a los carrascales entre los hábitats prioritarios de conservación.

Encinar con quejigos en las zonas más umbrías

Encinar con quejigos en las zonas más umbrías

Vegetación de ribera:

Una de las comunidades vegetales con gran valor ecológico y paisajístico, auténticas selvas inmersas en un entrono de especies esclerófilas. Literalmente se encuentran adosados a los cauces de los ríos y arroyos, formando bosques lineales, sotos fluviales. Merecen una visita, sobre todo en otoño, donde los colores rojos de las hojas del álamo cano (Populus canescens) y el amarillo del álamo negro (Populus nigra), conforman un paisaje singular.

Bosque fluvial asociado al cauce del Guadalaviar

Bosque fluvial asociado al cauce del Guadalaviar

No debemos olvidar los árboles monumentales o singulares que podemos encontrar en nuestro recorrido. En Tramacastilla, el Arce de Montpellier de las Suertes. En Torres de Albarracín, el Nogal de Los Perales, Pino rodeno de la Mina, Sabina albar del El rincón y Sabina albar del Terminillo

 

Fauna

Hembras de corzo

Hembras de corzo

Al igual que en otras zonas de la Sierra, abundan los ciervos, corzos y jabalíes. En las zonas rocosas es cada vez más frecuente observar a la cabra montés triscando por los canchales y roquedos de los barrancos.

Ciervo

Ciervo macho

Rayones de jabalí

Rayones de jabalí

Especial mención merece en esta ruta hablar de las especies, tanto las asociadas a los riscos y paredes de los barrancos, como de las asociadas a los bosques de ribera.
Especies asociadas a los paredones de los barrancos, sobre todo las aves, con presencia de buitre leonado águila real, alimoche y halcón peregrino, sin olvidar al búho real y a las ruidosas chovas piquirrojas.

Buitre leonado

Buitre leonado

aguila real

Águila real en vuelo

Especies asociadas a los bosques de ribera. Muchas especies de aves desarrollan su ciclo vital en este entorno, pero entre todas ellas cabe destacar el mirlo acuático, un indicador de la calidad de las aguas del río. Especies como la nutria también las podemos intuir.

Mirlo acuático

Mirlo acuático